1. La Orientación debe servir a todos los niños, no sólo a los que presentan serios problemas. Knapp(1986) dice: "Todos los alumnos tienen necesidad de orientación. Si al niño que crece y cambia se le da una orientación contínua, tendrá más posibilidades de conseguir una madurez equilibrada una auto-suficiencia y confianza de la que carecerá sino le damos aquélla. El conocerá así sus fuerzas y debilidades, se acercará a la vida y se adaptará a la sociedad con sentimientos de confianza y seguridad. "De esta manera, la orientación será fundamentalmente preventiva". Ira Gordon(cit.en Rodríguez, 1988), menciona lo siguiente: "Cada vez se hace más necesario que la orientación se convierta en un programa preventivo, un programa que se interese, al nivel del maestro, en todos los niños de la Escuela. De esta manera los especialistas podrán trabajar con aquéllos que necesitan ayuda individual, pero la gran responsabilidad de llevar adelante la Orientación efectiva, permanecerá en las clases o aulas a la que pertenezcan". Si se puede hacer un tipo eficaz de Orientación con todos los niños de la clase, el especialista podrá trabajar eficazmente con los jóvenes que necesitan mayor ayuda y experiencias extraordinarias. Pero si los programas de Orientación continúan concentrándose en la tarea de "reformar" individuos, se desperdiciarán las oportunidades y experiencias que todos los niños necesitan". La Orientación, por lo tanto, debe ser preventiva y curativa, aunque de preferencia es un proceso preventivo más que terapéutico.