4.1 Las estrategias metodológicas.

 

El aprendizaje supone siempre la repetición de acciones instructivas del alumno para integrar los conocimientos y modificar sus capacidades humanas, mejorándolas. Desarrollar nuestras capacidades diferencialmente humanas mediante la reiterada actividad sobre el tratamiento, el almacenamiento, la asimilación, la integración y la transferencia de conceptos, procedimientos, valores, actitudes y normas del elenco cultural de la sociedad en la que participamos.

 

Se precisa reconstruir este principio didáctico como normativa orientadora, porque lo hemos de hacer realidad en la práctica del aula según las siguientes premisas:

 

·        El alumno es un agente activo, medidor incansable de su propio proceso constructivo, tanto de las capacidades como de los contenidos culturales.

·        El alumno es una persona que ha de repetir acciones de aprendizaje para que éste sea una realidad.

·        Si la percepción es monótona, el aburrimiento aparecerá y conseguirá eliminar cualquier indicio de motivación, llegando incluso a generar actitudes negativas hacia el estudio.

·        Para mantener el interés del alumno hacia el estudio, es necesario implantar un modelo de estrategias metodológicas que se caractericen por la variedad y la flexibilidad.

·        El profesor no es más que un mediador, buen conocedor de la aplicación de esas estrategias metodológicas.

·        Las diferentes estrategias metodológicas permiten y potencian la diferencia del campo perceptivo; por tanto, las enseñanzas poseen más riqueza perceptiva. Esto garantiza un mejor almacenamiento de la información y una mayor fluidez en su recuperación y facilita la integración y la transferencia de aprendizajes.

·        La motivación tiene mayor garantía de éxito al introducir actividades nuevas y someterlas a un constante proceso de cambio.

·        Hay una mayor adecuación a las diferencias individuales.