1. COMPONENTES DE LA DIDÁCTICA

 

4.1  Componente artístico

 

Desde la definición de COMENIUS se mantiene la Didáctica como arte en el sentido de la educación como un quehacer personal del docente sin reglas y normas fijas. Lo importante va a ser la capacidad o habilidad para transmitir conocimientos y destrezas.

 

 

 

 

STENHOUSE (1987) entiende que considerar la enseñanza como un arte no implica que el profesorado nazca y no se haga. Las/los artistas aprenden a través de la práctica crítica de su arte. Se necesita de mucha flexibilidad y de un conocimiento del escenario basado en el sentido común y complementado con conocimientos específicos (situaciones educativas, alumnado, profesorado, institución, ambiente, disciplinas,...).

 

EISNER (1979) mantiene que la enseñanza puede ser considerada como arte al menos en cuatro sentidos:

 

 

Toda actividad educativa exige al/la educador/a un cierto grado de improvisación y una cierta capacidad de creación, cualidades o capacidades básicas para todo artista. Las tendencias educativas renovadoras siempre dan importancia a la creatividad y la intuición ante la variedad de situaciones y problemas que son objeto de intervención didáctica y fomentar la creatividad del alumnado exige la aptitud y la actitud creativa del/de la docente.

 

La acepción del profesorado como investigador/a nos lleva a la concepción del profesorado como transformador/a de su materia, con lo cual la acción intencional aparece teñida de características peculiares e irrepetibles. El profesorado artista y crítico tendrá que ir creando soluciones basándose en sus conocimientos y habilidades, según el problema concreto. El profesorado artista e investigador/a en las aulas y los centros escolares, tiene que redefinir constantemente su práctica a la luz de sus propias ideas e ideales, pues el conocimiento educativo existe y se verifica o falsea en su práctica.