Realidad actual

Nos encontramos en un momento de tránsito. Nuestro modelo de escuela está entre dos paradigmas, el tradicional o científico y el cognitivo e inclusivo.

El siguiente cuadro muestra las diferencias existentes entre ambos modelos.

Escuela tradicional Escuela inclusiva
  • Inmovilista. Currículo normal y currículo especial, no contempla adaptaciones.
  • No incluye entre sus objetivos la atención a los menos capaces.
  • Principios rígidos, homogeneidad, segregación de los pertenecientes a culturas o étnias diferentes, discriminación por rendimiento.
  • Persigue la formación integral
  • Da prioridad a los resultados académicos, computables
  • Basada en la acumulación de conocimientos (Educación Bancaria)
  • Se ocupa de los alumnos más capacitados
  • No atiende a las diferencias más notorias
  • Genera competitividad y rivalidades
  • Cada profesor se ocupa de su aula
  • El conocimiento se divide y separa por áreas
  • Los profesionales se especializan en su materia, labor o programa
  • Las funciones de los profesionales están bien diferenciadas
  • Raíz humanista. Promueve el desarrollo integral de la persona.
  • Promueve la igualdad de derechos para todos.
  • Defiende la diversidad la heterogeneidad y las relaciones interpersonales.
  • Refuerza los procesos, enseña a aprender a aprender, a pensar.
  • Genera autonomía organizativa en el centro y entre el personal.
  • Ve riqueza en la diversidad, en el contraste cultural.
  • Persigue una educación de calidad atendiendo las necesidades individuales.
  • Busca el desarrollo de capacidades cognitivas, sociales y afectivas.
  • Pretende generar cambio social solidario, cambio de actitudes.
  • Supone una reforma de la escuela para la integración y promoción comunitaria
  • Socializa a los individuos, evitando los riesgos de exclusión.
  • Evalúa el crecimiento personal en valores como el respeto, la adaptación, la capacidad de adaptación...
  • Desarrolla proyectos cooperativos y programaciones conjuntas
  • Trabaja desde la multidisciplinariedad
  • Los profesionales en ella, se forman continuamente, actualizando métodos, técnicas, etc, herramientas para dar respuesta a las NEE

En este momento encontramos que los modelos organizativos se están flexibilizando y si bien los equipos directivos comienzan a delegar y compartir responsabilidades, aún las relaciones son jerarquizadas.

Cuesta concebir grupos heterogéneos en los que se trabaje individualmente con cada alumno, fuera de la Educación Especial, en los que se vea la diversidad como riqueza y no como dificultad. En muchos momentos de lo más profundo del educador surgen respuestas de defensa que dejan al descubierto rémoras intolerantes y segregadoras. Tendemos a hacer grupos reducidos dentro del grupo grande: los mejores, los intermedios y los que necesitan ayuda o con los que "poco se puede hacer"; pero sigue costando dar el paso y pensar en cada alumno individualmente, en sus necesidades, características, ritmos, etc.

El educador encuentra seguridad en los libros de texto, que marcan la directriz de su programación. Estableciendo los objetivos, contenidos, actividades, etc, pensando en un alumno medio modelo, que se transfiere a todos los centros del país, dado que los libros son los mismos, salvo pequeñas modificaciones políticas. Normalmente sólo centros pequeños de Educación Especial con pocos recursos generan su propio material. Cuando esta situación se da en centros ordinarios se piensa en ellos como en los pioneros del cambio.

Para reflexionar

¿De qué cambio? ¿En tu escuela se investiga? ¿El docente se para diariamente a reflexionar qué ha hecho hoy y por dónde seguir mañana elaborando materiales y adaptando recursos?

Se pide por parte de todos los miembros de la comunidad educativa la intervención coordinada de todos sus miembros, pero

Para reflexionar

¿Qué centros dan cabida real a los padres y alumnos? ¿Qué centros piensan en la labor educativa y transformadora del barrio, de los medios de comunicación? ¿Cuántos maestros y familiares se sienten agentes de cambio social y político?

Nos encontramos incluso ante un vacío legal, en el que los políticos y las instituciones educativas aún no han generado los recursos necesarios para el cambio y no nos referimos a recursos meramente económicos.

Para reflexionar

¿Cómo está la formación inicial del docente? ¿Cómo se cuida su formación continua? ¿Quién incentiva y anima la investigación en el aula?

Estamos hablando de un modelo de escuela ideal, enriquecedora y, hoy por hoy, teórica. Todos la añoramos y queremos, pero ¿dónde estamos?