Gestión del agua en España

El agua es la base y el elemento esencial para la vida. Desempeña un papel fundamental en todos los procesos biológicos y de su calidad depende la calidad de la vida. La creencia de que el agua es un bien inagotable ha originado la generalizada despreocupación por su cuidado y la irresponsable tendencia al despilfarro.
El agua sigue un ciclo natural por el cual se regenera y purifica. Este ciclo, que funciona como un organismo vivo, no es infalible, y la intervención humana lo hace tremendamente vulnerable y puede alterarlo. Efectivamente, es ya un hecho probado que la alteración y destrucción de los ecosistemas está modificando los tiempos que necesita el ciclo global del agua para completarse. Existe una relación directa entre la cantidad de vegetación y la velocidad en la regeneración del agua. La irracional deforestación, la contaminación y la sobreexplotación de los acuíferos está convirtiendo al agua en un bien escaso y, como tal, en un elemento atrayente para la codicia de los especuladores.
La humanidad necesita de los recursos hídricos para subsistir y en su mano está garantizar su permanencia. Si no protegemos los pilares en que se sustenta difícilmente podremos mantener los niveles de calidad y cantidad necesarios para abastecer a la población mundial.

Soluciones políticas al problema del agua


La demanda de agua del planeta crece en progresión geométrica. Las soluciones políticas para mantener la oferta pasan, por lo general, por realizar nuevas captaciones y por planificar grandes infraestructuras de ingienería hidráulica. En los paises desarrollados o en vías de desarrollo estas políticas no hacen sino fomentar aún más el consumo, alentar el despilfarro y promover la creación de intereses económicos ligados a la gestión del agua> y a su control privado, favoreciendo la especulación y la corrupción política.
Para evitar estas situaciones se hace evidente la necesidad de elaborar políticas de gestión pública de los recursos hídricos que sean medioambientalmente responsables, respetuosas y sostenibles.
Por lo que respecta a la sostenibilidad a largo plazo, existen propuestas que sugieren la aplicación de un modelo de gestión “ecosistémico”. Este enfoque reconoce los recursos hídricos dentro de un ¡sistema funcional y global en el que los diferentes componentes físicos y bióticos se interrelacionan creando estructuras complejas. Por tanto, la ordenación y planificación deberá hacerse teniendo en cuenta todas estas relaciones y sabiendo reconocer las estructuras y los elementos que en ellas participan, incluyendo los aspectos ecológicos, económicos y sociales.
Además, sería constructivo crear el espacio adecuado que posibilitase la educación formal e informal sobre el agua: En las escuelas creando opinión acerca de las cuestiones hidrológicas y fomentando las inquietudes y valores sociales relacionados con el agua. Sería importante que los medios de comunicación se mostrasen sensibles ante los problemas vinculados al agua, su gestión y usos, divulgando datos acerca de los avances científicos y técnicos. Esto mismo se debería hacer también desde los organismos oficiales, aportando claridad en la información de las actuaciones de gestión del agua y facilitando la participación ciudadana en las decisiones.

El agua en España

Las características geográficas y climatológicas de España hacen que se viva una continua polémica social respecto a la propiedad y al derecho del uso del agua. Su mala gestión por parte de las administraciones y las rémoras culturales arrastradas de tiempo atrás han degenerado en malos hábitos y en conductas inadecuadas en la población.

Entre los numerosos factores que determinan la situación de escasez de agua en España podemos destacar los siguientes:

El clima es determinante a la hora de cuantificar los recursos hídricos de un territorio. Aunque España posee tres climas principales: oceánico, mediterraneo y subtropical, en las islas Canarias, en términos generales se puede hablar de una España húmeda y de una España seca. En la cuenca Mediterranea, por ejemplo, se está produciendo una sobreexplotación de los acuíferos que puede conducir al agotamiento de las reservas. La acción humana, a través de inadecuados usos agrícolas e industriales, la saturación turístico-urbanística, unido a la escasez de precipitaciones ya ha generando situaciones de alarma y tensión social y política. Las llamadas «guerras del agua» son reflejo de la dinámica enfermiza de querer tener más para gastar más. Las autoridades se suman a las reclamaciones de agua de la población ofreciéndola en cantidad, a precio irrisorio y para cualquier uso, mediante la construcción de espectaculares presas y de prodigiosos trasvases de unas cuencas a otras, estimulando unas expectativas que acabarán en derroche y en consumo compulsivo.
Hay que pensar, que el sistema climático es bastante estable y que la variabilidad en las precipitaciones, previsible por la ciencia meteorológica, no es la razón última de la falta de agua. Los condicionantes climáticos deberían ser la justificación para planificar inteligente y responsablemente el uso de los recursos ajustándose a ellos, y no al revés.

Deforestación

La deforestación significa que sin árboles no hay agua. La tala la y quema incontrolada de bosques con fines especulativos y mercantilistas, está provocando la degradación del suelo y la destrucción de los biotopos y la alteración del ciclo del agua. Esta situación conduce a la disminución de las precipitaciones y está vinculada a los niveles cada vez más bajos en el caudal de los ríos, lagos y acuíferos, afectando a la cantidad y calidad del agua. Es imprescindible la conservación de los valores ecológicos ligados a los ríos, deltas, humedales y perímetros costeros.

Contaminación

Los vertidos incontrolados de la industria y la ausencia o inadecuación de planes de saneamiento y gestión de residuos son los responsables de la pérdida de calidad y contaminación de las aguas de muchos ríos y lagos. Para muchos ayuntamientos los vertidos directos a los ríos o al mar son la norma y en muchos documentos de planificación hidrológica el respeto al medio ambiente suele ser un punto ignorado. La existencia primero, y la sostenibilidad de los planes de saneamiento urbano y rural garantizarán la calidad de las aguas de los sistemas hidrológicos.

El despilfarro

El desarrollo urbanístico en España no está afectando por igual a todo el país. Su mayor expresión se está dando precisamente en las zonas donde la falta de agua es mayor y donde, por ello se dan altos niveles de despilfarro. Los proyectos urbanísticos más importantes se dan en el Mediterraneo y especialmente en Valencia, Alicante, Murcia y en la costa oriental de Andalucía.
Los planes de gestión del agua deberán priorizar el ahorro (facilitando el uso de nuevas prácticas y metodologías en la industria y en la agricultura), el tratamiento y la reutilización o reciclaje. Así mismo, deberán mostrar una opacidad informativa que no deje lugar a dudas sobre su ejecución y/o posibles irregularidades dotando al sistema de mecanismos de control sobre la corrupción.

El Plan Hidrológico Nacional: Dos modelos de gestión del agua

Durante estos años del siglo XXI estamos viendo como el viejo modelo de gestión del agua está cambiando sensiblemente. El Plan Hidrológico Nacional (PHN) de 2001 estaba abanderado por los trasvases del Ebro a Cataluña y Levante, dentro una política de gestión de los recursos hídricos basada el aumento incesante de la oferta de agua y en la primacía de su valor de cambio como bien generador de plusvalías. La propuesta del Plan Hidrológico Nacional nació para dar solución a los problemas de déficit hídrico recogidos en el Libro Blanco del Agua (1998), publicado en por el Ministerio de Medio Ambiente. En este documento se valoraban los excedentes susceptibles de ser trasvasados de unas cuencas a otras para corregir los desequilibrios hídricos existentes.

El Plan Hidrológico Nacional, vió aprobados de forma rápida, durante la legislatura del gobierno el PP, los trámites de los trasvases del Ebro y hasta el 2008 se había fijado el plazo para aprobar el preceptivo Plan Integral para la Protección del Delta del Ebro (PIPDE), que establecería los caudales para el mantenimiento de la funcionalidad del Delta como espacio natural.

Delta del Ebro

Trás los cambios políticos de 2004 en España y en Cataluña, el PHN ha variado sustancialmente. Las necesidades de agua del Levante se solventarán con actuaciones al margen del trasvase del Ebro, proyecto que ha sido sustituido por el programa AGUA dentro del nuevo Plan Hidrológico Nacional, aprobado por el Parlamento español en 2005 que modifica el Plan del 2001.
Así, el nuevo Gobierno podría reforzar el actual trasvase Tajo-Segura, potenciar la desalación de agua de mar y la reutilización de aguas depuradas para aumentar la oferta de agua, revisar las concesiones de agua y los consumos reales para acometer medidas de ahorro -con la creación de nuevas tarificaciones por tramos de consumo- y eficiencia y crear los bancos públicos de agua. También está prevista la reforma de las Confederaciones Hidrográficas como condición necesaria para el nuevo modelo de gestión.

La línea ideológica principal del Plan Hidrológico Nacional (PHN) de 2001 proponía:

. Conseguir la mejor satisfacción de las demandas de agua en cantidad, calidad y garantía de suministro con el menor coste posible.
. Mejor distribución posible de todos los recursos hídricos disponibles, evitando estrangulamientos en el desarrollo de cualquier actividad, actual o futura, por limitaciones derivadas de la insuficiencia del recurso en cantidad o calidad.
· Racionalizar el uso actual o futuro, teniendo en cuenta que los excedentes que existan o que puedan conseguirse no tienen que emplearse necesariamente en la misma zona donde se originen, como se deduce de la condición de recurso natural básico del agua, del dominio público estatal sobre las aguas continentales renovables y de los objetivos generales de su planificación.
· Incrementar los recursos disponibles mediante nuevas obras de regulación, nuevas captaciones de aguas subterráneas, plantas de recarga artificial de acuíferos, reutilización de aguas residuales depuradas y mediante esquemas de uso conjunto de aguas superficiales y subterráneas y, en su caso, la desalación para demandas de alta calidad.
· Rentabilizar las inversiones ya realizadas o que se realicen en el futuro del Dominio Público Hidráulico. Es decir, tratar a las inversiones públicas en proyectos hidráulicos -si se exceptúan las requeridas para abastecimiento urbano- con igual criterio que cualquier otra inversión productiva, teniendo en cuenta la escasez del recurso y la necesidad del estudio de alternativas para seleccionar inversiones y jerarquizar actuaciones.
· Progresar hacia la autosuficiencia financiera en la gestión hidráulica, favoreciendo una mayor participación y control de la gestión y mejorando la coordinación administrativa entre los diferentes organismos con competencia sobre el agua y la gestión.
(Más datos AQUÍ<)

En resumidas cuentas, más agua, más barata, para todo tipo de uso y para todos, como si fueran globos de colores en un cumpleaños.

Programa AGUA, el nuevo PHN (2004)

Programa A.G.U.A. (Actuaciones para la Gestión y la Utilización del Agua) de 2004 del Ministerio de Medio Ambiente, se encuadra dentro de la Nueva Cultura del Agua, en la línea que marca la Directiva Europea del Agua. Esta corriente defiende los distintos valores del agua en relación con el medio ambiente y el medio social y su uso sostenible. La Fundación Nueva Cultura del Agua, movimiento que ha obtenido el reconocimiento internacional al otorgando el premio Goldman de Medio Ambiente a Pedro Arrojo Presidente de la Fundación defiende la necesidad de huir de las teorías neoliberales que propugnan la privatización y comercialización de los recursos naturales para regenerar la función pública promoviendo empresas públicas que gestionen los recursos con nuevos modelos más transparente y participativos.
El Programa A.G.U.A. reorienta la política del agua, mediante la explicación y difusión de las actuaciones diseñadas para garantizar la disponibilidad y la calidad del agua en cada territorio. Asímismo, pretende dar a conocer la política del agua, permitiendo la participación ciudadana, aportando incluso sugerencias y propuestas al Ministerio de Medio Ambiente. Se aplica desde 2004 hasta 2008. Sus objetivos principales son:

Reforma de las Confederaciones Hidrográficas, incorporando a las Comunidades Autónomas al proceso de toma de decisiones y de control público del uso del agua y de su calidad y fomentando la participación de todos los ciudadanos en la gestión del agua.
Creación de un Banco Público del Agua en cada cuenca hidrográfica que permita reasignar los derechos históricos al agua con criterios de equidad, eficiencia y sostenibilidad, convirtiéndolo en una herramienta eficaz para las situaciones de escasez.
Tarifas del agua acordes con los costes reales de obtención y de tratamiento del agua, moduladas en función del beneficio económico generado por la utilización del agua, según lo exige la normativa europea.
Actuaciones de mejora de la gestión y del suministro de agua de calidad, acordes con las necesidades existentes y, en particular, las dirigidas a:
Optimización de las infraestructuras de almacenamiento y distribución existentes.
-Depuración y reutilización.
-Desalación
.

La cuenca global

El Programa A.G.U.A. del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino contempla el concepto de cuenca global, que además del agua procedente de los recursos hídricos propios de una cuenca incluye también, la del mar que se pueda obtener, por desalación, en el litoral de esa cuenca.
El nuevo paradigma en la gestión del agua atiende especialmente al concepto de sostenibilidad en las pautas de desarrollo de los distintos territorios. Esto supone armonizar el crecimiento económico y el respeto al medio ambiente, disminuyendo la dependencia del exterior de recursos, aumentando la autonomía mediante el autoabastecimiento hídrico dentro de cada cuenca. Esta idea elimina, por tanto, la priorización del anterior Plan de solventar los desequilibrios hídricos a través de los trasvases de unas cuencas a otras.
Las pautas del Programa A.G.U.A. están centradas en reducir el consumo de agua a lo estrictamente necesario para cada actividad, aprovechando los recursos hídricos más cercanos, sin buscarlos en zonas lejanas cuya traída genera elevados costes de transporte, energéticos, de mantenimiento y ambientales. Las actuaciones incorporadas en el Programa A.G.U.A. incluyen proyectos de obtención de recursos de nuevas fuentes con independencia de la climatología. Esta iniciativa se refiere, como ya se ha visto, a la desalación de agua marina.

La desalación

La desalación es una técnica consistente en retirar la sal del agua. Las técnicas existentes para desalar son varias, aunque la más extendida es la desalación por Osmosis Inversa. El proceso consiste en bombear agua a alta presión a través de membranas semipermeables que separan agua y sal. La eficiencia energética de la desalación ha crecido de manera muy importante en los últimos años, convirtiéndola en una de las mejores alternativas de actuación. Los posibles efectos negativos de las salmueras residuales son perfectamente evitables con las técnicas disponibles. El agua procedente de desaladoras es de una gran calidad y se puede utilizar tanto para consumo humano como productivo (agricultura, industria, sector terciario).
Este modelo del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino propugna un desarrollo económico más sostenible.También se pretende que los ciudadanos tomen conciencia de que el agua dulce de calidad es un recurso natural, cada vez más escaso a nivel superficial y subterráneo, necesario no sólo para el crecimiento económico, sino imprescindible como soporte de cualquier forma de vida en la naturaleza.

AGUA
Decálogo de la sequia
Greenpeace

Tradicionalmente se han utilizado los periodos de sequía como justificación para grandes obras hidráulicas de dudosa racionalidad. España se sitúa entre los tres primeros países del mundo por la envergadura de nuestra red de embalses, tanto en relación a la población como al territorio. Desde esta realidad, hablar de hacer nuevas grandes presas para resolver la sequía es como proponer regalar un monedero a un pobre para resolver su pobreza. En sequía no faltan presas, sino agua. Greenpeace comparte con la Coordinadora de Afectados por Grandes Embalses y Trasvases la necesidad de una nueva cultura del agua, basada en un decálogo de actuaciones prioritarias:
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Referencias.-

Desarrollo urbanístico, gestión del agua y derechos de propiedad en el mediterráneo español
Revista Ecosistemas
Evolución del Plan Hidrológico Nacional y el papel de los científicos de la naturaleza
La desalación del agua del mar y el vertido de salmuera (AMBIENTA, Julio-agosto 2004)
Portal Agua
Impactos del cambio climático sbre la sostenibilidad del sistema de gestión de aguas
EEA – European Environment Agency
AEMA – Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA en Español)
EIONET
Envirowindows
ESPON
Fundacion Biodiversidad
Ministerio de Medioambiente
Fundación Entorno
Análisis del Plan Hidrológico Nacional
Rivernet
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